A Link to the Past, porque los clásicos no pasan...
Con el aterrizaje de Super Nintendo al mercado videojueguil
y el boom de los 16 bits, la franquicia The Legend of Zelda entró por la puerta
grande en cuanto a clásicos inolvidables se refiere. The Legend of Zelda: A
Link to the Past nos ofrecía una historia irrepetible, una banda sonora que
siempre recordaremos, una dificultad progresiva acongojante y un montón de
secretos y búsquedas segundarias, una fórmula perfecta para mantenernos horas
delante del televisor haciendo a Link blandir su espada contra las fuerzas de
Ganon.
No será fácil olvidar aquella noche de tormenta en la que
Link despertaba tras la llamada de auxilio de Zelda, y tras conseguir el candil
y ver como la barra de magia aparecía, lanzarnos a la aventura.
Tras refugiar a Zelda en la iglesia conseguir los tres
medallones repartidos en montaña, desierto y colinas, nos disponemos a
adentrarnos en el espeluznante bosque de Hyrule para blandir la sagrada hoja de
los dioses, la Espada Maestra.
Tras superar ataques de monstruos, forajidos y bandidos habitantes del bosque,
llegamos al claro donde la Espada Maestra
reposa, es hora de llegar al Dark World para liberar las almas prisioneras del
demonio Ganon, transmutado en el mago Agahnim.
Pisar el Dark World sin la gema lunar era un suicidio...
Una vez en el mundo de las tinieblas reinado por el tirano
Ganon, hemos de liberar a las siete doncellas que tiene prisioneras en los
siete cristales repartidos por todo el reino. Tras esto y visitar la Roca de la Tortuga, situada en la Montaña de la Muerte, ha llegado la hora
de que Ganon caiga derrotado bajo nuestro poder, con la espada maestra, las
flechas de plata y las cuatro botellas llenas de brebaje azul lo conseguiremos.
Después de este muy resumido argumento, hablemos de algo que
caracteriza a esta obra maestra de Nintendo: la dificultad. Todo el que haya
jugado al juego original de Super Nintendo sabrá que no es un juego fácil,
conlleva una gran inversión de tiempo y paciencia, aunque la mayor dificultad
era el inglés que casi todos los juegos de la década traían consigo, y es que
la mayor pega de un videojuego rol, rpg o aventuras es estar en inglés. Por
suerte, el remake de Game Boy Advance corrigió este error lanzando una versión
europea con selector de idiomas multi 5 (M5).
Ganon tenía muy malas pulgas y una fuerza sobrehumana...
En cuanto a VGM se refiere, The Legend of Zelda es sinónimo
de calidad, y esta secuela no podía ser menos, todas las canciones transmiten algo, como:
1. El aire épico de las planícies de Hyrule:
2. El toque siniestro del reino de Ganon:
3. El peligro de la Montaña de la Muerte y los Bosques Malditos:
Después de este gran despliegue de emotividad y nostalgia
nos toca finalizar el retro análisis dejando en el recuerdo una de las sagas más
exponentes en el mundo de los videojuegos.
Mítico "THE END"